Después de dar un buen susto a más de uno/a con el último post y sacando algo de tiempo, rascando horas de sueño, aquí está el nuevo post.
La cosa es que con la clase organizamos una escursión a Asakusa.
Más bien era una especie de competición en la que grupos de cinco personas teníamos que buscar los distintos templos del barrio para responder a unas preguntas que nos hacían los profesores.

Pero pasando un poco de la “competi”, yo me dediqué a sacar fotos chulas, porque la verdad es que tenía muchos sitios muy bonitos para poder sacar unas buenas imágenes.

El barrio de Asakusa está formado por gran cantidad de templos, hay que callejear bastante, pero si se tiene un mapa no es difícil encontrarlos.
Lo primero que encuentras (viniendo desde la estación) es esta preciosa entrada, con dos estatuas encerradas a los lados y lo que más llama la atención es el enorme “chochín” (farolillo) que se situa en el centro.

Conforme pasamos por esa entrada, una larga y estrecha calle repleta de tiendas de souvenirs nos hace de pasillo para los dos primeros templos que están pegaditos.

El primero destaca por su altura, pues se trata de una torre con cinco pagodas, y la verdad es que era muy bonito de ver.

Justo a su vera, a parte de unos preciosos jardines (donde pude ver una geisha) se encuentra el otro templo. Kannon-do es un templo bastante grande. En su interior, como en otros muchos templos, hay gente rezando y no está permitido echar fotos… así que eché sólo una ^.^

También hay unas cajitas en las que metes 100Y, las agitas y sacas un palito. En el palito hay un número en kanji. Entonces buscas en una cajonera el cajoncito que corresponde lo abres y sacas un papelito que te dirá algo acerca de tu vida. A mi me salió que no iba a tener buena suerte, y lo arreglaba explicando que eso no significa que la vaya a tener mala…

Todos estos templos son budistas, así que es muy frecuente encontrar numerosas estatuas, ya seas de bronce o piedra, de Buda.

También son frecuentes los Shishi, leones de piedra que se encargan de proteger los templos. Siempre son dos, uno a cada lado de la puerta, y siempre uno tiene la boca abierta mientras el otro la mantiene cerrada. (Ya hablaré de ellos más adelante).

Seguimos más adelante y nos sentamos a comer algo y adescansar un poco, momento en el que aproveché para salir en una foto.

Con las pilas recargadas nos dirigimos a los siguientes templos (que no son pocos), pero la verdad es que comparado con los primeros éstos se quedan algo “pequeños”. Así que me ahorraré comentarios