Bueno bueno… ya tocaba una entrada dedicada al manga ¿no?
Pues qué mejor que empezar con el salón de salones, la Jump Festa.

Este evento anual se celebra el fin de semana anterior a navidad y reune a los seguidores de las series de manga que se publican en la revista semanal weekly Shonen Jump y en la ya difunta monthly Shonen Jump de la editorial Shueisha.

Para quien no lo sepa, esta revista se lleva editando desde 1968 con una tirada de 3 millones a la semana, siendo la revista más vendida en Japón y en ella se han publicado series tan famosas como Dragon Ball, Hokuto no Ken (el Puño de la Estrella del Norte), Saint Seiya (Caballeros del Zodiaco), Captain Tsubasa (oliver y Benji) One Piece, Bleach o Naruto (entre un millón más…)

Pues me dirigí al Makuhari Messe por segunda vez (el Tokyo motor show se celebró en el mismo recinto) esta vez acompañado por Víctor, Pablo y Juan (ahora te jodes) y bueno… ya sabeis lo que toca antes de entrar a un gran salón… la cola. Una cola kilométrica que salía del recinto especial para hacer cola (XD) y es que los japoneses lo tienen muy bien organizado y montaron un pabellón para hacer cola, donde iban metiendo grupos en pequeños recintos e iban entrando poco a poco.
Gracias a eso, supongo, la enorme cola que daba miedo no fué nada más que una horita más o menos, así que bien.

Mientras te sentabas en el recinto te cobraban la entrada, pero es un dinero simbólico porque lo que hacen es darte un catálogo de productos del que estás obligado a comprar una cosa, así que si no vienes a gastar te puedes comprar un boli superchulo de One Piece y unas galletas de Jump por menos de 6€.

Una vez dentro del enooooorme pabellón (será dos o tres veces como la farga de Barcelona) lo que primero llama la atención son los enormes muñecos hinchables que lo adornan.

Videojuegos que tardarán años en llegar a España (o nunca lo harán), tropecientas exposiciones, tiendas de merchandising… y es que aquí el manga/anime mueve mucha gente, y por supuesto dinero.

Este año, es el 10º aniversario de One Piece, con lo cual la feria estaba bastante centrada en el evento, los vasos de la cafetería eran de One Piece, había un estanque que simulaba Grand Line, donde podrías manejar barcos piratas por control remoto, una obra de teatro con los personajes de la serie, te vendían entradas para la peli nueva que se estrena el 3 de marzo (y que compré), una exposición de ilustraciones de Eiichiro Oda así como de las mejores páginas de esta década e incluso había una réplica del barco “Thousand Sunny” al que podías subir y todo.

Las colas eran más bien moderadas, pero por ejemplo, el escenario principal estaba petado de gente porque en él se entrevistaban a los autores, a los seiyuus (dobladores de anime) e incluso tocaban artistas y grupos de prestigio que han interpretado temas de apertura y cierre (opening y endings) de alguna de las series de Shonen Jump, entre ellos Hironobu Kageyama (Dragon Ball: Cha-la-head-cha-la) y Sambomaster (Naruto: Seishun Kyousoukyoku).

Debido a la cantidad de gente y para hacerlo más fluido, hace unos años prohibieron echar foto a los cosplayers (gente vestida de personaje de manga/anime/videojuego) dentro del recinto principal, porque cuando se paraban se hacían círculos de curiosos y de gente sacando fotos alrededor de ellos, impidiendo y congestionando el tráfico del salón.
Por eso, había unos recintos habilitados sólo para cosplayers y para gente que quiera echarles fotos, y por supuesto es obligatorio pedirles permiso antes de fotografiarlos, pero no suele haber mucho problema y suelen acceder siempre.

Después de echarnos algo a la boca, seguimos frikeando por el salón para ver y hacer cosas, y la suerte es que pillamos la función de One Piece terminando y justo bajaron los actores para hacerse fotos pero la gente japonesa, de muy poco contacto, no se acercaban a ellos por timidez, y yo como niño de 5 años corriendo y cogiendo a los actores para hacerme fotos como si los conociera de toda la vida. (Desde aquí gracias y un abrazo a Victor que consiguió las instantáneas ^^)

Después de eso era feliz, y para mí ya tuve suficiente para el resto de mi vida… (bueno no tanto) así que decidimos volver a casa no sin antes despedir a Victor que volvía para España en breve y que nos invitó a cenar barbacoa, pero Juan (Sergi) tragaba por doce. Desde aquí otra vez gracias y otro abrazo.

Tren de vuelta para casita, hora y pico y el resto… como siempre. Futón y a “momir”
Nos vemos en el próximo post.

“Ja stay tuned” <— un abrazo para Pablo, que le dimos la feria con tanto One Piece